Lamentablemente había llegado nuestro último día de vacaciones en Sardegna. Nos levantamos en Palau, pero pasaríamos el día de camino al Alghero, dónde dormiríamos en nuestra última noche antes del vuelo de vuelta.
Después de desayunar salimos a dar un paseo por los alrededores del camping. Detrás de éste se encuentra un pequeño faro y había unas bonitas vistas de la ciudad de la Maddalena y de la bahía.
Después del paseo de despedida recogimos la tienda y nos pusimos rumbo al Alghero. De camino, teníamos previsto parar en alguna playa.
Poco después de pasar el camping La Liccia, dónde estuvimos alojados una noche, paramos en una playa larga de arena. Había muchísima gente, era domingo y estaba lleno de familias de la zona. El mar estaba embravecido. Muchas y grandes olas bañaban la playa y solo nos atrevimos a adentrarnos unos pocos metros. Era día de viento y en la arena tampoco se estaba muy a gusto, así que nos fuimos muy pronto.
Seguimos unos quilómetros más y nos adentramos en la urbanización “costa Paradiso”, por la que se accede a Cala Tinnari. Llegamos hasta la costa y estuvimos un momento observando el horizonte. El agua allí también estaba muy movida, y nos fuimos. El último día no nos brindaba un clima muy bueno, y no pudimos bañarnos para despedirnos…
Pasando por un pueblecito de interior, paramos y nos hicimos los bocadillos para comer. Comimos y seguimos con el coche.
Llegamos a media tarde al camping La Mariposa en el Alghero, plantamos la tienda, nos duchamos y nos fuimos paseando al casco antiguo. Era increíble lo rápido que había pasado la semana. Estábamos tristes. No queríamos despedirnos de ese maravilloso lugar…
Fuimos muy temprano a cenar a nuestro rinconcito favorito del Alghero. Como bien sabéis ya, al SardOa aperitivo di Vino.
A la mañana siguiente nuestro vuelo salía a las siete de la mañana. Teníamos que recoger, volver a fabricar nuestro bulto, facturarlo y embarcar.
Cenamos muy a gusto y nos pedimos unos gin-tonics muy especiales. Brindamos por nuestras vacaciones, y fuimos a por unos últimos “gelati”.
Con nuestros “gelati” en mano, paseamos por el puerto con una espectacular puesta de sol de fondo.
No habíamos podido bañarnos, pero la cena, el gin-tonic, el gelato y la puesta de sol, hicieron de nuestra última tarde algo excepcional.
Hasta la proxima Sardegna!!
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