Studio Ghibli… podriamos dividir a los visitantes de Japón en dos grupos: uno cultural y paisajístico, y otro friki. Aunque la mayoría de veces se acaban mezclando. Todos tenemos un lado friki dentro. Alguna (o muchas) serie de anime de nuestra infancia o adolescencia, manga y fantásticas películas que superan cualquier imaginación occidental.
El más grandioso creador de estas películas es sin duda el Studio Ghibli. ¿Quién no ha visto alguna vez la Princesa Mononoke, Mi Vecino Tototro o El Viaje de Chihiro? Pues ese pequeño friki que llevais dentro se va a llevar una alegría cuando sepa que cerca de Tokio, se encuentra el Museo Ghibli! Una pequeña casita mágica que no deja indiferente a nadie. A nadie que consiga entrar, claro. Hay que comprar las entradas con meses de antelación, ya que cada día hay solo 200 disponibles, repartidas en 4 turnos.
El museo se encuentra en Mitaka, una pequeña ciudad al Oeste de Tokio. Se llega fácilmente en tren, y una vez allí se pude ir en una corta y agradable caminata, siguiendo las indicaciones de Totoro, o cogiendo un autobús por unos 200Y.
La cola suele llegar a la verja de entrada, y en las taquillas te cambian el recibo de compra por una preciosa entrada de coleccionista. Un carrete de película con tres negativos que una vez dentro se pueden reproducir en una pequeña habitación. Los detalles lo son todo desde ese momento: maquetas, escenas de películas, esculturas y hasta un Gatobus a tamaño real!!
Incluso se puede asistir a la proyección de un corto que solo se puede ver ahí, y que va cambiando cada ciertos meses.
Aprovechando el viaje a Mitaka, otra recomendación es acercarse al “Steak House Sato Kichijoji” (muy cerquita de la estación de tren), e ir a comer las mejores croquetas de Japón. Sería un desperdicio no hacerlo. Es un sitio de comida para llevar, en una esquina de una calle llena de tiendas de comida, utensilios de cocina y verdulerías. Cuidado, que queman mucho!!
Después se puede aprovechar toda la tarde en Tokyo. Nosotros volvimos a Shinjuku para ir a uno de los mejores miradores de la ciudad, y GRATIS! Hay que subir al piso 45 de la torre norte del Edificio de Gobierno Metropolitano, y simplemente disfrutar de las vistas. Si podéis elegir un día despejado, quizá sois de los afortunados en poder ver el Monte Fuji entre los rascacielos. Nosotros pillamos un no muy buen día, pero aún así, las vistas del Skyline de Tokio son preciosas.
Al día siguiente teníamos que volver a madrugar (exageradamente), así que el plan fue ir a Harakuju a cenar algo rápido y volver al hostal.
Cenamos en un Kaiten Sushi, otra experiencia curiosa. Para los occidentales, este tipo de retaurante suele ser una cinta transportadora de platitos montada en circulo, en la que te sientas alrededor y vas cogiendo lo que te apetezca. En Japón, eso de dejar que la comida de vueltas durante horas, no es lógico, y para nosotros tampoco debería serlo, sinceramente.
Un Kaiten en Japón es prácticamente lo mismo, aunque se piden los platos con una Tablet personal, y la comida te llega recién cocinada a través de la cinta y en alta velocidad. La calidad siempre es buena, aunque se considere un Fastfood.
Como dijimos en el penúltimo post, no hay que irse de Harakuju sin pasar por Santa Monica Crèpes!