Cuando viajamos a algún sitio, nos gusta probar todos los sabores típicos del lugar, o aprender a cocinar algún plato típico.
Esta vez decidimos hacer una degustación de vinos y productos Sardos. Sardegna es una tierra de vinos y quesos. Vinos realmente fuertes y de sabores peculiares que pueden sorprender a cualquiera, igual que lo hicieron con nosotros.
Buscamos los mejores lugares donde hacerlo, que coincidieran con nuestra ruta. Hubo varios, pero gracias a TripAdvisor elegimos la Azienda agrícola Leddà d’Ittiri, muy bien valorada. Está a unos diez quilómetros del Alghero, cerca del aeropuerto. No os dejéis engañar, es una zona completamente verde, llena de fincas y cerca de la montaña.
Reservamos con antelación a través de e-mail. Tienen varios turnos, desde las 15h hasta las 19h. Nosotros fuimos a las tres, para aprovechar la tarde.
Nos costó bastante encontrarla. Como he dicho antes está en una zona agrícola, con estrechos caminos sin asfaltar y prácticamente sin indicaciones. Cuando conseguimos dar con éstas últimas nos resultó un poco más fácil ubicarnos y llegamos pelados a las tres. Aún así, cuando llegamos, tuvimos que esperar, ya que también tienen un “bed and breakfast” y en ese momento llegaban unos huéspedes ingleses y la chica que nos atendía estaba sola.
Nos sentamos a esperar en unas butacas de jardín cerca de la piscina, con otra pareja que también esperaba, como nosotros, para la degustación.
Cuando la chica hubo acomodado a los huéspedes nos hizo pasar al comedor. Un comedor rustico en una antigua casa restaurada, con la decoración y los muebles perfectamente complementados.
Nos sentamos en una mesa para dos, y a unos metros, sentados en otra dirección, la otra pareja. Nosotros íbamos a escuchar las explicaciones en italiano, y ellos en inglés.
La mesa estaba perfectamente colocada; un plato con varios tipos de pecorino sardo y salumi, cinco copas de vino vacías colocadas en paralelo, un platito de aceitunas recogidas y aliñadas en la finca, una cesta con variedad de pan típico sardo, aceite de oliva igualmente casero y una jarra de agua con dos vasos.
La chica que nos atendía nos explicó que cada vino iba acorde con cada uno de los quesos que teníamos en el plato. Debíamos comerlos en la dirección de las agujas del reloj, indicándonos por cual deberíamos empezar. Nos recomendó, también, no comernos las aceitunas hasta no acabar con la degustación, ya que puede alterar el sabor del vino.
Empezó la presentación, contando la historia de la azienda y de sus propietarias. Madre e hija compraron la finca diez años atrás y tuvieron inconvenientes en producir vino con una cepa de viña autóctona de Sardegna. A pesar de los obstáculos, lo consiguieron, y ahí estábamos nosotros, a punto de empezar a degustarlos.
Realmente no nos acordamos del orden, y mucho menos de todos los vinos. En ese momento no pensábamos que un año después contaríamos al mundo el detalle de esa visita, así que obviamos información que ahora podría ser de gran ayuda.
Sí que recordamos probar 4 vinos tintos y uno blanco. De los tintos, uno es cien por cien Cagnulari, la cepa que solo sobrevive en la isla. El otro fue el que más tarde nos llevamos a casa para bebérnoslo en Navidad, el Margallò (Merlot 40%, Sangiovese 40%, Cabernet Franc 10%,Cagnulari 10%). Ahí se desvanece nuestra memoria. En ese momento la anfitriona nos contó todo lo que hay que saber de los vinos, y aprendimos muchísimo de esa visita.
Los quesos y el salumi fueron excepcionales, cada uno mejor que el anterior, llegando al más curado de todos…sin palabras.
Al acabar, nos percatamos que la otra pareja había dejado las olivas y no habían ni catado el pan. Y para mayor sorpresa, no habían ni acabado con el vino!!! Nosotros nos lo pasamos en grande, y no dejamos más que un poco de agua.
Ese día no había más reservas hasta las cinco y media, así que tuvimos el privilegio de estar relajados sin ningún tipo de prisa. Estuvimos unas dos horas, aunque creo que no es la norma general.
Nos hicimos con una botella de vino y firmamos en el libro de visitas, dando las gracias por el esfuerzo que hacen en hacerlo todo tan bien y tan particular. Nos despedimos y ella nos ofreció darnos un paseo por la finca. En frente de la casa se encuentran los pequeños viñedos y más allá, los olivos. Necesitábamos hacer bajar el vino, así que ni lo pensamos.
La finca es pequeña, pero está en una zona exclusiva, apartada de todo y rodeada de naturaleza. Los colores de la tarde hicieron el paseo todavía más agradable. Con ese bienestar decidimos movernos a la costa, y acabar de disfrutar de el día tan redondo que habíamos tenido.
Azienda Agricola Leda’ d’Ittiri
Dirección: Regione Arenosu 23, 07041, Alghero, Cerdeña, Italia
Horario: Lunes – Domingo 15:00 a 19:00
Como llegar: Mapa con ruta
Más info: Web Facebook TripAdvisor